Arbitraje

arbitraje

Junto a la fórmula tradicional de acudir a los Tribunales de Justicia, cabe la posibilidad de que las personas que se encuentran en un conflicto, se pongan de acuerdo para designar un tercero, para que les resuelva su situación conflictiva.

Surge así la figura del arbitraje, en el que las personas someten previo convenio o acuerdo al respecto, las cuestiones litigiosas surgidas o que puedan surgir entre ellas, a la decisión de uno o más árbitros, en materias que sean de su libre disposición conforme a derecho.

El arbitraje tiene la enorme ventaja de ser su tramitación rápida y eficaz, que el proceso es absolutamente confidencial, que el árbitro es especialista en la materia controvertida,  y que el laudo arbitral produce efectos de cosa juzgada sin que sea posible recurrirlo por cuestiones que afecten al fondo del asunto.

Frente al arbitraje de equidad en el que se ventilan y resuelven cuestiones normalmente de naturaleza técnica, en el arbitraje de derecho, el laudo que se dicte y ponga fin al procedimiento, descansará en una fundamentación estrictamente jurídica. A tales efectos, Francisco Javier Monedero ostenta la cualificación profesional como árbitro, y como tal puede intervenir ante una controversia sobre materias de Derecho Privado Civil y Mercantil, para dar una solución imparcial y justa al conflicto, en el denominado “arbitraje ad hoc”

Asimismo y como árbitro adscrito a la Corte de Arbitraje de la Fundación Signum del Ilustre Colegio Notarial de Madrid, la gestión y desarrollo del proceso arbitral la puede canalizar a través de la referida Corte con la participación de cualesquiera otro u otros árbitros perfectamente cualificados.